Slave Contract (Dorei Keiyakushu) Masaru Konuma, 1982

Tras la emancipación de Tani las compañías estaban como locas por encontrar otra actriz capaz de reemplazarla como estrella número uno del roman porn. Tarea nada fácil, pues atender a las necesidades de los directores en este campo supone tener una capacidad física y mental extraordinarias, que le pregunten si no a la primera suplente que salió a escena, Junko Mabuki con una carrera efímera, de apenas cinco años se vio forzada a prejubilarse. Las extensas sesiones cinematográficas de tortura le causaron graves problemas de salud, obligándole a dimitir después de sólo unas pocas películas. Fue entonces reemplazada por una nueva reina del SM con mucho potencial, Nami Matsukawa. Aunque Nami no sostenía el carisma de las mujeres prohibidas ni la dignidad de la mujer noble, consiguió robarles  algo de protagonismo.

De nuevo las practicas caninas y los fetiches por la degradación extrema a la mujer se repiten en este film (véase Dan Oniroku: Nawa-geshô). Nami es entrenado a conciencia por un kinbakushi a fin de ser la esclava perfecta. Una vez finalizado el entrenamiento firma un contrato y es enviada dentro de una caja de madera a una pareja de ricos entusiastas del S&M en busca de nuevas sensaciones de cama – sí es cierto que los sujetos con dinero se dan a los vicios más perversos-. El contrato tiene varias cláusulas estableciendo que se someterá a todo tipo de degradación y/o de tortura física y mental para satisfacer las necesidades sexuales que sus amos puedan necesitar de ella. Nami debe vivir como un perro en su casa durante estos tres meses de contrato soportando todo tipo de vejaciones tales como comer comida del suelo, o como forzarle a ingerir litros de agua para saturarle la vejiga y pasearla por una vía concurrida de Ginza y dejar que orine ante cientos de personas. Lo cierto es que a pesar del entrenamiento previo las pasa putas. El éxito de esta cinta contó con una secuela 'Whip And High Heels' otra vez con Nami Matsukawa pero no fue dirigida por Masaru Konuma, el trabajo se transfirió a Shun Nakahara quien no cosechó gran éxito esta vez.
Vean que este fetiche de mujeres en cajas no fué cosa pasajera.

2 comentarios :

Phantom of Pulp dijo...

This Konuma is a favorite of mine. Thanks for the post.

ejiki dijo...

this one is pretty good

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